Tramposa by Clara Ann Simons & Sonia Bellido Aguirre

autor:Clara Ann Simons & Sonia Bellido Aguirre [Simons, Clara Ann & Aguirre, Sonia Bellido]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, romance, romántico, romance lésbico, lesbic, lésbico, novela erótica, LGTBIQA+, juvenil
editor: Amazon Digital Services LLC - KDP Print US
publicado: 2021-10-08T22:00:00+00:00

Capítulo 12

CELIA

Décima a décima, Harper sigue arañando puntos de cara a conseguir la beca. No es que yo esté flojeando con las notas, es que ella las está clavando. Cada examen que hacemos, sin importar lo difícil que sea, logra sacar un diez perfecto. Cada vez que dirijo la mirada hacia su zona, termina los ejercicios casi sin pensar, como si le llegase la inspiración por arte de magia o si ya esperase las preguntas.

Es cierto que yo trabajo casi todos los días al salir del instituto, pero sus entrenamientos no son ninguna tontería. Ahora que están preparando la final de los campeonatos estatales, han aumentado el número de horas de entrenamiento, dejando menos tiempo libre para el estudio, y sus notas no parecen resentirse.

Por si fuera poco, sale, va al cine, acude a fiestas, no se priva de ninguna diversión, cosa que yo no estoy haciendo. Por momentos, mi autoestima baja hasta el subsuelo al comprobar que, haga lo que haga, Harper siempre es capaz de igualarme o superarme.

Al menos, el proyecto de ciencias va viento en popa. Después de nuestro segundo “casi beso” hemos pasado un par de semanas manteniendo la distancia y, cuando quedamos en su casa, actuamos simplemente como dos amigas que evitan cualquier conversación demasiado íntima y todo contacto físico.

No negaré que, al menos por mi parte, la tensión a veces se hace insoportable. Cada vez que nuestras miradas se cruzan, cada vez que nuestros dedos se rozan accidentalmente, una corriente eléctrica recorre mi cuerpo y me hace estremecer. Aun así, mi timidez logra que las cosas no pasen de ahí, y Harper parece no querer iniciar nada que pueda comprometerla. Imagino que no quiere distracciones innecesarias de cara a los próximos partidos, ni generar problemas con su novio.

Contra todo pronóstico, Lucas y sus compinches del equipo de fútbol están pasando un período de tranquilidad y llevan un buen tiempo sin meterse conmigo, cosa que agradezco. Desconozco si es simplemente la calma que precede a la tempestad, pero, en cualquier caso, para mí es un descanso importante.

—¿Quieres darte un baño en la piscina?—pregunta de pronto Harper mientras damos los últimos toques al sistema acuapónico en un día especialmente caluroso.

Me quedo mirando sin saber qué contestar, perdida en sus ojos azules, queriendo decirle que me encantaría, aunque quizá me cause algún problema más tarde. Aun así, decido declinar la oferta argumentando que no tengo bañador.

—Puedes usar uno mío—responde sin pensarlo.

—Harper, si es un bañador, me sacas al menos diez centímetros de altura y si es un bikini, tengo bastante más pecho que tú, la próxima vez traigo uno y nos bañamos—me disculpo abriendo las manos—. No me voy a bañar en ropa interior ni desnuda, así que no lo propongas.

Sin poder evitarlo, me viene a la mente aquella vez que Harper se bañó tan solo con las braguitas en la piscina de su novio, y lo nerviosa que me puse cuando pasó a mi lado. No quiero arriesgarme a algo similar, porque sé que luego lo voy a pasar muy mal aunque no hagamos nada.

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